10 de diciembre de 2011

Hola cacahuetes

De esto que llegas a tu cuarto, te quitas los zapatos corriendo, porque sabes que vas a sentir frío en los pies (es invierno) y agradeces tener una alfombra en el cuarto. De esto que te metes en la cama, pero notas que la manta está mal puesta, ya que tienes frío. Y te levantas (qué pereza!) para recolocarlas, con los pies helados. Pones las sábanas, la manta, el “endredón” (siempre diré endredón) y admiras tu obra de arte durante un segundo, pensando lo calentito que será por dentro. Y te metes. Corriendo, como si un espectro de hielo estuviera a punto de cogerte, y cuando te tapas te ríes de él. Suerte tener el interruptor al lado de la cama. Apagas la luz. Notas el calorcito invadiéndote desde los pies. Cierras los ojos. Ya puede llover todo lo que quiera, que tu estás protegido. Buenas noches, y bienvenidos al blog del cacahuete errante.

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